Con un Pase GVB, nunca tendrás que preocuparte por el número de viajes que hagas en un solo día. Puedes subirte a un tranvía para hacer una sola parada y salvar tus piernas, o cruzar toda la ciudad varias veces. Esto elimina el estrés de calcular tarifas o decidir si un viaje corto "merece la pena" por el precio de un billete sencillo.