Banksy en el Moco Museum de Ámsterdam | Arte callejero imprescindible

Pocas imágenes dicen tanto con tan poco. Niña con globo de Banksy muestra a una niña alcanzando un globo rojo brillante: ¿la esperanza se escapa o los sueños están al alcance de la mano? Eso lo decides tú. Con sólo plantillas y un toque de color, Banksy convierte el arte callejero en poesía, demostrando por qué esta obra sigue siendo una de las favoritas de todos los tiempos.

Beanfield no es sólo arte, es un grito de guerra. Esta enorme obra de Banksy te traslada directamente a la Batalla de Beanfield de 1985, en la que la policía antidisturbios se enfrentó a la protesta pacífica con fuerza bruta. Desaparecida desde 2009, vuelve por fin al Moco Museum para ofrecer un audaz comentario sobre el poder, la resistencia y el eterno enfrentamiento entre control y libertad.

Banksy toma obras maestras queridas y las destroza, literalmente. La Serie Petróleo Crudo cambia las apacibles aguas de Monet por un cementerio de carritos de la compra y convierte los girasoles de Van Gogh en restos manchados de petróleo. Es una crítica descarada y mordaz de la destrucción del medio ambiente y de la obsesión del mundo del arte por la tradición. ¿Quién iba a decir que pintarrajear el arte podía ser una declaración tan contundente?

Protesta, pero que sea poético. Flower Thrower da la vuelta al guión de la violencia, mostrando a un hombre enmascarado que lanza flores en lugar de armas. Creado en Cisjordania, este Clásico de Banksy desafía el ciclo del conflicto, instándonos a cambiar la rabia por la resolución. Sencillo, llamativo e inolvidable, como le gusta a Banksy.

Conoce al policía menos sutil del mundo. Rude Copper cambia el estereotipo de oficial simpático por un agente de la ley que no se contiene, literalmente. El audaz trabajo de estarcido y el escorzo de Banksy hacen que ese dedo corazón salte de la pared, arrojando sombra a la autoridad con una ejecución artística perfecta. Es grosero, rebelde y oro puro de Banksy.

Nada dice más "amigable vecindario de las fuerzas del orden" que un policía antidisturbios totalmente blindado... con una sonrisa gigante de dibujo animado. Smiling Copper es un clásico de Banksy: combina símbolos de inocencia y autoridad en una sola imagen inquietante. ¿Es una sátira? ¿Una advertencia? ¿Un guiño a la cultura acid house? Tal vez los tres. En cualquier caso, esa sonrisa se te queda grabada.

Banksy sigue el ejemplo de Warhol y cambia la cara de Marilyn Monroe por la de Kate Moss en una atrevida remezcla de arte pop. Vibrante, llamativo y descaradamente subversivo, es tanto una celebración de los iconos modernos como una punzada al ciclo de adoración de los famosos. Distinta época, misma obsesión: Banksy le toma el pulso a la cultura pop.

Imagínate esto: un furgón de los SWAT cubierto con las plantillas características de Banksy. Un lado es todo negocios, con agentes armados en plena acción, mientras que el otro lado presenta a un niño juguetón que se mete con ellos. Es un comentario hilarante, pero que invita a la reflexión, sobre cómo el poder puede ser burlado por lo inesperado: el clásico Banksy, que cuestiona constantemente la autoridad con una dosis de humor.