- Experimentos lúdicos: Los niños pueden tocar, empujar, tirar y probar cosas por sí mismos, convirtiendo la ciencia en una diversión lúdica en lugar de lecciones al estilo de los libros de texto.
- Juegos y desafíos: Las instalaciones interactivas presentan la ciencia como un juego, manteniendo el interés de los niños mediante la resolución divertida de problemas y recompensando su curiosidad con resultados instantáneos.
- Diseñado para edades: Las exposiciones están adaptadas a las distintas edades, para que los niños pequeños y los mayores encuentren algo emocionante y adecuado a su edad.
- Exploración segura: El museo es un entorno seguro en el que los niños pueden experimentar libremente, fomentando su independencia, mientras los padres se relajan sabiendo que todo está diseñado para la seguridad.
- Libertad de movimiento: Los espacios animan a correr, saltar y construir, dando a los niños enérgicos la oportunidad de aprender mientras se mueven en lugar de estar sentados quietos.