- Raíces familiares: Ana creció en Fráncfort en el seno de una familia cálida y unida que fomentaba la lectura, la curiosidad y las sencillas alegrías cotidianas.
- Traslado a Amsterdam: Su familia se trasladó a Ámsterdam en busca de seguridad, y Ana pronto construyó una vida escolar llena de amigos y rutina.
- Personalidad brillante: Era vivaz, curiosa y le encantaba escribir pequeñas historias que mostraban cómo se fijaba en pequeños detalles a su alrededor.
- Tensión creciente: Incluso en Ámsterdam, sintió que aumentaba la preocupación en casa a medida que las noticias de las restricciones nazis llegaban lentamente a su familia.

