Gerard Adriaan Heineken, nacido en 1841, era un joven emprendedor de una familia de comerciantes de Ámsterdam. Con sólo 22 años, compró la envejecida fábrica de cerveza De Hooiberg y la transformó mediante la innovación, la ciencia y unas estrictas normas de calidad. Aunque él mismo no era cervecero, su visión le condujo a un rápido éxito, al reconocimiento internacional y a la fundación de Bierbrouwerij Maatschappij de Heineken, sentando las bases de una marca familiar mundialmente reconocida.